Como padres, es natural que queramos lo mejor para nuestros hijos. Esto incluye no sólo proveerles con las necesidades básicas, sino también mantener una relación saludable y cercana con ellos. La comunicación es uno de los pilares fundamentales para lograr este objetivo, y en este artículo exploraremos estrategias efectivas para mejorar la relación con tus hijos a través de una comunicación eficaz.
Escuchar activamente
Uno de los errores más comunes que cometemos como padres es no prestar atención a lo que nuestros hijos están diciendo. A menudo, estamos tan ocupados con nuestras propias vidas y prioridades que no les damos la atención debida, lo que puede llevar a frustraciones y malentendidos en la relación.
La técnica de «escuchar activamente» implica una escucha consciente, enfocada y atenta a lo que el niño está diciendo. Esto requiere una actitud de humildad, interés y respeto hacia el punto de vista del hijo. Hay que evitar juzgarlos, dar consejos precipitados, o intentar imponer nuestra perspectiva. En lugar de eso, hay que darles nuestro tiempo y atención, interesarnos auténticamente por lo que nos están contando, y demostrarles que valoramos su opinión.
Hablar con claridad y respeto
Además de escuchar activamente a nuestros hijos, también es importante que les hablemos con claridad y respeto. Esto significa utilizar un lenguaje claro y concreto, que les permita entender lo que estamos diciendo sin confusiones. También requerimos de ser respetuosos, evitando gritar, descalificar o ridiculizarlos.
En lugar de eso, podemos fomentar una comunicación respetuosa a través de frases como «por favor», «gracias», o «disculpa», así como enfocarnos en los comportamientos específicos que queremos alentar o corregir, en lugar de atacar la personalidad del hijo. Por ejemplo, en lugar de decir «eres un desordenado», podemos decir «por favor, guarda tus juguetes cuando hayas terminado de jugar».
Practicar la empatía
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de entender y sentir lo que la otra persona está experimentando. Practicar la empatía con nuestros hijos es una herramienta importantísima para aumentar la conexión y el afecto entre nosotros.
La empatía implica una actitud de disponibilidad, curiosidad y apertura hacia los sentimientos, pensamientos y necesidades de nuestro hijo. Necesitamos de prestar atención a su lenguaje no verbal, ser capaces de leer entre líneas, y demostrarle que validamos sus emociones, incluso si no las compartimos.
Cuando nuestro hijo se siente comprendido y aceptado, entonces está más dispuesto a escucharnos, a compartir su propia perspectiva, y a colaborar en la solución de conflictos.
Establecer límites claros y consistentes
Aunque la comunicación efectiva es crucial para mejorar la relación con nuestros hijos, también es importante establecer límites claros y consistentes. Los padres que no establecen límites claros y consistentes están enviando un mensaje equivocado a los hijos. Ellos no son solo los responsables de entregar el amor y la protección, sino también la autoridad.
Los límites claros y consistentes son necesarios para que el niño sepa cuáles son las expectativas de los padres y cuáles son las consecuencias contingentes en caso de que no se cumplan expectativas. Es evidente, para muchos padres, que la disciplina es fácil de establecer pero difícil de mantener. Por esta razón, mantener consistencia y constancia en la aplicación de los límites establecidos es fundamental para el éxito.
Puntos importantes para considerar
– La comunicación debe ser constante y regular, no sólo cuando necesitamos algo de nuestros hijos. De esta forma, nos aseguramos de mantener una relación positiva con ellos y que nos vean como un apoyo incondicional en sus vidas.
– Debemos estar disponibles para nuestros hijos, incluso si estamos muy ocupados. El tiempo de calidad es importante para los niños, y un poco de atención puede marcar una gran diferencia en su comportamiento y actitud.
– Entender la importancia de un diálogo constructivo para formar la inteligencia emocional en nuestros hijos, es decir, pieza clave en la autocognición, regulación de emociones, expresión emocional y empatía.
– Si bien es importante que los padres hablen con claridad y respeto a sus hijos, también es fundamental enseñarles a respetar su autoridad. La disciplina es vital para mantener un ambiente de respeto y paz en el hogar.
Conclusión
En resumen, la comunicación efectiva es crucial para mantener una relación saludable y cercana con nuestros hijos. Es importante escuchar activamente, hablar con claridad y respeto, practicar la empatía, y establecer límites claros y consistentes. Al tomar estas medidas, podemos fortalecer nuestra conexión con nuestros hijos, mantener un ambiente de armonía en el hogar, y contribuir a que nuestros hijos sean adultos emocionalmente inteligentes y equilibrados.